domingo, 28 de diciembre de 2008

La gente que me gusta

Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace. La gente que cultiva sus sueños hasta que esos sueños se apoderan de su propia realidad.

Me gusta la gente con capacidad para asumir las consecuencias de sus acciones, la gente que arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien se permite, huir de los consejos sensatos dejando las soluciones en manos de nuestro Padre Dios.

Me gusta la gente que es justa con su gente y consigo misma, la gente que agradece el nuevo día, las cosas buenas que existen en su vida, que vive cada hora con buen ánimo dando lo mejor de sí, agradecido de estar vivo, de poder regalar sonrisas, de ofrecer sus manos y ayudar generosamente sin esperar nada a cambio.

Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente, pero sin lastimarme ni herirme. La gente que tiene tacto. Me gusta la gente que posee sentido de la justicia. A éstos los llamo mis amigos.

Me gusta la gente que sabe la importancia de la alegría y la predica. La gente que mediante bromas nos enseña a concebir la vida con humor. La gente que nunca deja de ser aniñada. Me gusta la gente que con su energía contagia.

Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse con argumentos razonables a las decisiones de cualquiera. Me gusta la gente fiel y persistente, que no desfallece cuando de alcanzar objetivos e ideas se trata.

Me gusta la gente de criterio, la que no se avergüenza en reconocer que se equivocó o que no sabe algo. La gente que, al aceptar sus errores, se esfuerza genuinamente por no volver a cometerlos. La gente que lucha contra adversidades. Me gusta la gente que busca soluciones.

Me gusta la gente que piensa y medita internamente. La gente que valora a sus semejantes no por un estereotipo social ni como lucen. La gente que no juzga ni deja que otros juzguen. Me gusta la gente que tiene personalidad.

Me gusta la gente capaz de entender que el mayor error del ser humano es intentar sacarse de la cabeza aquello que no sale del corazón.

La sensibilidad, el coraje, la solidaridad, la bondad, el respeto, la tranquilidad, los valores, la alegría, la humildad, la Fe, la felicidad, el tacto, la confianza, la esperanza, el agradecimiento, la sabiduría, los sueños, el arrepentimiento y el amor para los demás y propios son cosas fundamentales para llamarse GENTE.

Con gente como ésa, me comprometo para lo que sea por el resto de mi vida, ya que por tenerlos junto a mi me doy por bien retribuido. GRACIAS POR SER DE ESA GENTE.

Mario Benedetti

Mario Orlando Hamlet Hardy Brenno Benedetti Farugia (n. 14 de septiembre de 1920, Paso de los Toros) es un escritor y poeta uruguayo integrante de la Generación del 45, a la que pertenecen también Idea Vilariño y Juan Carlos Onetti, entre otros.

La importancia de la EÑE


En el idioma español,
la eñe es muy importante,
y en todo computador
debe ser una constante.

Tan importante es la eñe
que sin ella yo no sueño,
aunque te parezca extraño
no me estriño ni me baño

Aunque sin eñe no hay daño
resultaría dañino,
que nos faltara el empeño
y no existiera el cariño.
Para una linda española
no habría una piel de armiño.
Tampoco habría cabañas
para albergar a los niños.

Sin eñe yo no te riño,
y los viejos no se tiñen,
y aunque no hubiese regaño
me sentiría muy triste
sin decirte que te extraño.
Sin sonido de zampoñas
sin beber un vino añejo
en una peña criolla.
¿Qué gracia tiene el festejo? .

¿Acaso habría buñuelos
o churros para la niña.
Como lo hacía el abuelo
con sus trocitos de piña
o existiría el otoño
sin la eñe en nuestras letras?
Y tampoco habría moño,
donde prender las peinetas.

Parecía muy extraño
que Bill Gates no la pusiera,
quedaba como un tacaño
y cómo si tan caro fuera!

Bueno, basta de regaños.
porque ya me vino el sueño
y aunque pongo mucho empeño
los ojos me hacen extraños.

Termino pidiendo a todos
los que hablan español,
Defiendan la EÑE... ¡Coño!
que así el idioma es mejor.

sábado, 13 de diciembre de 2008

Un año de PRO mesas incumplidas

Mauricio ( que sigue mostrando que es un Macri) cumplio un año al frente de la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

Durante este año, podriamos resumir su gestion de gobierno en unos pocos puntos. Prometio 10 km de subtes por año y los estamos esperando. Prometio que no subiria el ABL y le dio un tarifazo de hasta un 150% a dias de asumir. Prometio la Policia de la Ciudad y no solo seguimos en veremos, sino que le quito a la Policia Federal la posibilidad de labrar actas de transito y asi ordenar un poco el caos de vehiculos en la ciudad.
Intento eliminar las becas que ayudan a los mas humildes a seguir estudiando, aumento el valor de los peajes, trasladando mas vehiculos a las avenidas de la ciudad. Coloco parquimetros en los barrios, para que cada vecino deba pagar por estacionar en la puerta de su casa, contrato nuevamente a la empresa encargada de las fotomultas que tanto critico durante la gestion de Anibal Ibarra.

Podemos decir en su favor que arreglo algunas veredas, aunque lo hizo reemplazando las tradicionales baldozas "vainillas" que decoraban nuestras veredas por una impersonales baldozas de cemento. Prometio que en octubre no veriamos mas baches en la ciudad, pero seguimos rompiendo los autos en los crateres de las calles porteñas.

Finalmente diremos que viola reiteradamente la Ley de Basura Cero del Gobierno de la Ciudad, contratando por mas de 10 años a empresas "enterradoras" de basura. Para este ultimo punto, Greenpeace le ha dedicado una divertida animacion: http://www.greenpeace.org

Muchas mentes abiertas deberian estar cerradas por reparaciones....